viernes, junio 16, 2006

Todo se paga


Desde un par de días, he podido comprobar que todas las cosas se pagan, que nada sale gratis, que tenemos que mirarlo con ojo clínico para observarlo muchas veces, pero es así; y hay que ser crítico para reconocer que muchas cosas que quizá agradecemos, son solo una pequeña recompensa al gasto provocado antes.
Partiendo con un ejemplo que puede ser compartido o no, y que puede ser muy alejado de la ortodoxia; en el caso, que quedamos inválidos, y que nuestro desplazamiento, depende en un cien por ciento de una silla de rueda, y misteriosamente, cuando se creía que jamás se iban a tener los medios para adquirir la silla de ruedas necesaria, aparece un señor que nadie conoce, con cara de buena persona, y que dice que viene a regalar esa silla de rueda; es cierto, la reacción es el agradecimiento a lo divino, a eso que no sabemos como es, pero que decimos estar cerca, es el agradecimiento transformado en fidelidad y no poner dudas. Aquí es donde yo quiero observar un poco más y observar bajo el agua, ¿qué hay que agradecer? , ¿quedar inválidos?, Depender eternamente de una silla de ruedas? No lo se, solo se que ese agradecimiento, es protocolar, tal como el agradecimiento a un tipo que se le paga para que nos preste el servicio, como dirían algunos que para el resto son seres fríos, se les paga para eso, en este caso, me parece que pudiera ser lo mismo, yo pago esa misteriosa entrega de la silla de ruedas, con mi invalidez, la invalidez es el costo, de un agradecimiento protocolar a quien sabe quien.
Puede ser un pensamiento, bajo la perspectiva de un patán, que tiene tiempo para darse cuenta de ese tipo de cosas, o bajo el prisma, de un no creyente, o la de un mal agradecido de las cosas que nos entrega el más allá, o simplemente, y quizá la más probable, la de un tipo realista, que separa muy bien las cosas y no se deja amedrentar por el maldito protocolo.
Otro ejemplo, quizá un poco más banal, puede ser, el de aquel tipo, que va caminando con su inseguridad habitual por un camino, no queriendo encontrarse con una persona x ( ese no queriendo, en su inconsciente), y que misteriosamente se encuentra con una persona que lo detiene un momento para intercambiar un par de palabras, las necesarias, para dar tiempo, a que esa persona que no se quería encontrar pasará adelante de los ojos de este tipo, evitando de esta manera el fatal encuentro. El tipo, en un gesto disciplinado, carente de todo tipo de pensamiento y racionalidad, apunta al cielo y versa palabras de agradecimiento, a aquella deidad, que muchas veces, inspira temor (el mismo que siento al escribir estos párrafos); lo que no se da cuenta ese tipo, es que ese es el costo que pagará más adelante, cuando todos sus planes se vayan a la basura, producto de nadie sabe que.
El problema surge cuando ese costo se hace cada vez más alto, y ya no se tiene el efectivo para pagarlo, y se empieza a pedir créditos, y de una u otra manera, se empieza a hipotecar el futuro. Quizá yo esté pagando el costo de mis pensamientos, y me doy cuenta que ya no me queda efectivo, como también me doy cuenta que nadie me da la oportunidad de ganarme ese efectivo, entonces ¿estoy condenado a vivir endeudado? , ¿Estoy hipotecando mi futuro?, ¿ya lo hipotequé? No lo se, solo se , que esto es similar a esa ridiculez de los que ofrecen trabajo, de pedir a gente con experiencia, si nadie le entrega la oportunidad de adquirir experiencia a los jóvenes, ¿quién mierda va a tener esa experiencia que se solicita? Nadie; acá es lo mismo, ¿como mierda me puedo hacer cargo de ese efectivo, si nadie me da la oportunidad de ganármelo? Bueno, es difícil.

Esto de que todo se pague, está muy relacionado con lo que llamo la rueda de la vida, sólo que en este caso, el disfrute, depende más allá de poder mantenerte en el lugar, de si quieres o no, estar consciente de ese costo que hay que pagar. Los metafísicos dicen que todo se paga, si no en esta vida, en la otra, pero se paga. Ese tipo de frase, me empelotan, son condicionantes, para dirigir por medio de las conciencias, las acciones del resto; que terrible, es privarse de hacer las cosas porque le puede pasar o tocar a uno, que lata más grande, por lo mismo, cuando me refiero a que todo se paga, lo haga , orientándolo a que lo que nos parece extrañamente excelente, lo que da pie para acuñar la frase “ era muy bonito (o bueno) para ser verdad” que entre líneas habla precisamente de que todo se paga, que nada es perfecto.
Hay que tener cuenta, el momento en que se paga el costo, si es antes o después, en este último ejemplo, el costo se pago después lo “malo” pasó después de lo “bueno” y eso, deja un gusto amargo, sin embargo, cuando pasa lo “malo” pasa primero que lo “bueno”, ese gusto ya no es tan amargo, hasta se torna sabroso, pese a que lo malo sigue estando, en este caso, y contrariando a la multiplicación o la suma matemática, el orden de los factores si afecta al producto. Esto es similar a cuando uno cree perder mil pesos, y los das por perdido, tu conciente te dice, están perdidos (eso sería lo malo), sin embargo, después de pasar mucho tiempo, metes tu mano al bolsillo de un pantalón que no usabas hace tiempo, y te encuentras con mil pesos (eso sería lo bueno), en ese momento, ya dejas de pensar en los mil que perdiste, y disfrutas de los que acabas de encontrar.
Prefiero pagar los costos antes, y dejar la mochila a un lado, para agradecer con los hombros livianos y disfrutar de lo que uno “merece”.