sábado, diciembre 30, 2006

Año Nuevo.

Mientras la gente, se prepara para recibir el año nuevo, yo lo único que quiero es que pase luego. ¿La razón?, muy simple, me aburro en los años nuevos.
Toda mi vida lo he pasado en el mismo lugar, lugar que cada vez se hace más tedioso para mi, sin embargo, al parecer estoy condenado a pasarlo ahí; al menos un lustro más; aunque eso no importa debido a los efectos colaterales que traería no pasarlo ahí, pero quizá sea mejor que llegue ese momento (nunca habrá espacio para pensar la situación).
Cuando las fiestas empiezan a la una de la madrugada, yo ya me preparo para acostarme; eso también sucede, por mi apagamiento natural en estas fechas emblemáticas, cosa que tiene que ver con lo que comenté el otro día acerca de los regalos; es decir, estas fechas, no me provocan nada, si es por celebrar, prefiero hacerlo cualquier día, cuando no haya nada oficial que celebrar, es cuando mejor se pasa. A todo eso, hay que agregarle mi falta de compañía, ¿a qué voy a ir a una disco, si no tengo con quién? además, también se hace necesario agregarle mi timidez, lo que hace que encuentre una lata dar abrazos y esbozar deseos esquematizados desde mi boca. En resumen, no me gusta el año nuevo.
Para mi, de nuevo no tiene nada, no se producen cambios significativos que hagan ganarse el apellido nuevo. Tenemos la suerte de vivir a este lado del planeta, y que el año nuevo, al menos a los estudiantes, nos coincida con una especie de inicio oficial de las vacaciones y el verano; una lata en el hemisferio norte, con nieve en muchos casos, y después volver a estudiar. En ese sentido, disfruto el año nuevo, la conciencia que me entrega de tener 2 meses de hacer nada de la mejor manera, algo bueno tiene que tener, para mi.

Feliz año nuevo, para todos.

jueves, diciembre 28, 2006

El nuevo Rocky 2




Hace un tiempo, escribí acerca del nuevo rocky en la cual planteaba la incertidumbre del resultado de esta gran pelea en contra de la malla curricular. Incertidumbre, que fue despejada.

Con la tranquilidad que te da la experiencia, la que consta de victorias y fracasos anteriores, enfrenté la pelea con optimismo, reforzando los errores de peleas anteriores y no dejándome estar en las virtudes de las peleas anteriores.

Debo confesar que estuve en algún momento asustado, porque vi en dirección a mi, lo que hubiesen sido golpes certeros y aniquiladores, sin embargo, en un muy buen trabajo de cintura, logré esquivarlos y revertir el asunto a mi favor, y golpear yo.
La pelea fue pareja, siempre tuve la tranquilidad que iba a ganar, y aunque hubiese sido mejor y más atractivo haber ganado por knockout, fue necesaria la decisión de los jueces para darme el triunfo definitivo. No obstante, en este tipo de cosas, siempre he creído que lo importante es lograr el objetivo, ganar. Lo logré, gané.

domingo, diciembre 24, 2006

Navidad

“Por fin estoy de vuelta, hace tiempo que no había tenido el tiempo parta dedicarle a esto, es cierto lo he tenido un poco botado, pero ya estoy de vuelta”. Esa es la típica frase de fotolog, que en lo personal, me causa risa. Pertenezco al grupo de los que no tiene fotolog, pero que no le desagrada mirar el de los demás; sobre todo, el esfuerzo por explicar las fotos que se suben, ese tipo de explicación de figura, al estilo de “ya estoy de vuelta” o “disculpen por tenerlos botados”. En fin, son frases que aunque causan gracia, representan; de ahí que la utilice para iniciar esta publicación.

Dando una vuelta por el centro, no se puede caminar, literalmente no se puede; la gente a la cual pertenezco yo, colapsa las calles de la ciudad, el bulto llamado cuerpo humano, más los bultos de los regalos, hacen que una persona equivalga a tres en una vereda, de esa manera , el trasladarse es casi imposible. Además, se suma el calor, que en conjunto con los tacos, hacen de los días previos a la navidad, algo casi insoportables, esa sensación de derretimiento a medida que estas caminando en ese mar humano, esa sensación que las chalas se quedan pegadas en la vereda, la sensación de caminar sobre agua producto de la transpiración, en definitiva, solo sensaciones desagradables que a la larga, provoca una respuesta adaptativa que genera una especie aversión a la palabra navidad.
Al menos yo, no regalo nada para la navidad, lo que no quiere decir que no reciba regalos, aunque siento que cada año recibo menos. El hecho que no regale, no es por que sea un ferviente creyente que esta fecha se celebra el nacimiento del niño Jesús, y que hemos desvirtuado la fecha, convirtiéndola en el retrato fidedigno del consumismo puro. No, no es por eso. Es porque creo que los regalos no deben tener un día especial, con eso incluyo a cumpleaños, santos y aniversarios, siento que esas fechas, quitan el sentido y la ilusión de la sorpresa, porque se está consciente que se va a recibir regalos; me gusta más la idea de regalar un día cualquiera, cuando antes que un gracias recibes un ¿por qué? , eso lo encuentro entretenido y lleno de magia, la poca magia que queda especialmente en navidad. Además, sea cual sea el regalo, como es algo no contemplado, va a gustar igual.
Es incómodo eso de recibir los regalos y tener que agradecer como libreto de teatro, porque de verdad que parece obra de teatro, hay que prepararse con antelación, hay que relajar los músculos de la cara y afinar la voz, para decir “muchas gracias, no tenía para que molestarse (con una sonrisa hipócrita en el rostro)” Eso lo detesto, pero no puedo hacer nada, así es el mundo y yo soy parte de él.
Desde que vivo en departamento, ya no se hace árbol de pascua; antes, comprábamos pinos naturales y lo arreglábamos siempre en el mismo rincón, que después de estar vacío, se llenaba de regalos. Ahora, con suerte, hacemos pesebre, como para que no se piense que no hay navidad o que somos fríos, como la gente igual piensa, da lo mismo lo que hagamos. Con un 87.3% de seguridad, puedo decir que desde que vivimos en departamento, pasamos la navidad en un lugar que no me gusta. Ahora, ya me apuran para que vayamos donde desde ya, se que no lo voy a pasar bien, no se si lo pase mal, pero bien no lo pasaré.

Y porque todavía me queda un poco de espíritu navideño, le deseo a todos Feliz Navidad.

martes, diciembre 05, 2006

La poderosa caridad.

Siempre me ha resultado difícil hablar de estos temas, tan conflictivos y delicados a la vez, ya sea por temor a que me pueda pasar más adelante, o porque vivo en un mundo asi, o que se yo; El tema en cuestión es la pobreza y la humildad
No se si para bien o para mal, siempre, en los tres establecimientos educacionales que he estado (escuela, liceo y universidad), al menos alguien me ha considerado con pinta de tener plata, cosa que no es cierto. Debe ser, porque siempre ando limpio, o que combino (si es que lo hago) bien las cosas; pero yo me pregunto ¿andar sucio, es sinónimo de pobreza y humildad? No necesito que me respondan, claramente es no.
Claramente mi familia (me refiero a la más cercana), es de clase media, y según mis comparaciones limitadas, con los rangos que indican esta clasificación, es media media. Orgullosos de mi madre, porque se lo que se ha sacrificado y conozco su historia, usufructo de su trabajo y de todo lo que le da a la familia, por su trabajo, no por el regalo de nadie, ese es el verdadero orgullo. Agradezco las que la hospedaron, sin cobrarle ni uno, y agradezco esas verdaderas amistades, que hasta hoy le perduran. Siempre me sentiré orgulloso de ella.
Para mi, la pobreza y humildad como palabras, no como conceptos, son un escudo muy poderoso hoy en día, así se defiende mucha gente, floja, inculta, ignorante, etc. Es fácil pedir, sin dar nada a cambio, nadie dice que las cosas se hagan por pago, pero si digo que se tenga conciencia, los inconscientes, son unos descarados.
Son temas delicados en los que cuesta meterse, porque son sensibles, y quizá no tengo ningún derecho, porque a mi no me ha tocado y espero que no me toque nunca vivirlo por dentro, pero por ejemplo, no entiendo por que la gente se mete en dividendos de casas, si saben que después no van a tener como pagar, es fácil decir, nosotros somos gente pobre, humilde, condónennos la deuda; es como un homicida, que pide derechos en la cárcel, y se declara en huelga de hambre para que le den beneficios, esas personas, me refiero a los presos, deben agradecer el beneficio de seguir viviendo. Son simplemente unos abusadores de mierda.
Hay gente, que vive de la caridad, y sus recursos los guardan, y al final terminan con más que todas, resultando que los que eran pobres, ahora son más ricos que cualquier otro. No los entiendo, pregonan pobreza, y tiene antena satelital, con todos los canales exclusivos, tiene dvd, vhs, cámara digital, filmadora, refrigerador último modelo, televisor pantalla plana, celulares último modelo, auto, teléfono inalámbrico y todo lo que puede tener una casa bien equipada; eso sí, cuando van los asistentes sociales, esconden como huevones las cosas, aunque ahora ya no va a ser necesario, según la presi.
Reciben de allá, de acá, de todos lados las ayudas, porque se entiende que no tienen mucho, que les cuesta, pero da rabia, ver como malgastan las donaciones; es como que los de la teletón, se gastaran los más 11 mil millones en hacerse un estadio, y pavimentar un cerro completo, o ponerle malla de kivi a todo santiago, para que el calor no sea tan fuerte en el verano; es decir, da rabia que gasten la caridad en cosas innecesarias, que no se adaptan a la realidad, que usufructúen injustamente , en puras huevas, el esfuerzo de otros. No obstante, pese a todo esto, lo que más rabia me da, es que se quejen, vivan quejándose, y no se den cuenta.
Con ese tipo de gente yo no, seré el frío del barrio, el malo, el insensible, pero contra eso, nada.

sábado, diciembre 02, 2006

Las dos caras


Hace muy poco, fui a la marcha blanca del teatro de mi universidad; para la ocasión, había una obra, que convocaba a tres reconocidos actores chilenos. Para la adhesión (como ellos le llaman) había que cancelar un costo, si es que no eras de los afortunados que tenías invitación.
Me ubiqué en un lugar estratégico, según yo, y según lo que se podía, desde ahí, podía ver sin mayor dificultad a estos actores que aparecen en televisión.
La trama de las obra, era evidentemente excluyente para un público “guachuchero”, ya que humor y cosas que incentivan a la gente, al menos no prometía; lo que prometía sin duda, era ir a ver a estos actores, y comparar las percepciones reales con las de la televisión. Impacientes, esperamos, hasta que se oscurece el teatro, sale un anunciador que da un par de instrucciones, y estamos listos. Aparecen en escena, y por las condiciones, nadie grita, por el actor, al que yo creo, fueron a ver la mayoría de las hembras presentes. Rápidamente, escucho los primeros comentarios, se ve más flaco que en la tele; se ve más alto que en la tele; ese era el papá de tal en tal teleserie; que bonito el peinado de ella, y todas esas frases comparativas de la realidad y la ficción. Yo también hacía mis comparaciones, era otro famoso más que agregaba a mi lista de “conocidos”.
La obra era larga, y quizá un poco tediosa, tanto que observé a varios con los ojos más cerrados que abiertos, entre ellos, el rector de la U. Yo , estaba o trataba de estar muy pendiente, la trama me costaba entenderla.
Entre los asistentes, había un senador de la República, el que se paseaba entre los asistentes, como todos; eso si, al final, salió por una puerta aparte.
Todo muy correcto ese día, un buen nivel, me sentí cómodo.

Hace más poco aun, fui a otro “asunto” que convocaba famosos, la inauguración de la teletón; el Rafa Araneda era el encargado de hacerlo, y era a él el que íbamos a ver, y por supuesto tratar de conocer la teletón. Cuando llegamos, nos encontramos que estaban las rejas cerradas, hacía mucho calor, y se veía casi nada hacia donde estaban transmitiendo, clara muestra de discriminación con la gente, entre ellos yo. Terminó la transmisión, y esperamos que saliera, se demoró, y ahí me di cuenta que eso no era lo mío, la gente que va a eso, es claramente de otro nivel, gente que grita cualquier cosa, sin mayor problema, gente que por lo general le faltan muchos dientes, y que no se acomplejan por mostrar sus múltiples royos (yo también tengo, pero trato de disimularlos). Finalmente, sale el Rafa, y se digna a levantar la mano, y pararse un par de minutos para que la gente lo vea, en medio de la gritadera, yo sólo lo veo, no grito ni nada, varios empujones me llegaron, la polvareda, me asfixia, eso no es lo mío. El Rafa se va, y la gente comenta lo mismo de la obra de teatro, es más flaco, es más chico, es más lindo, o ¿y eso era?.
Me voy, de ese lugar, no es mi ambiente, no fue un correcto día, bajo nivel, no me sentí cómodo.

domingo, noviembre 19, 2006

Visita a la peluquería


Hace días me viene dando vueltas en la cabeza, la idea de cortarme el pelo, ya empieza a desesperarme, más que su largo, es la forma que ha tomado mi cabeza, la que me desespera; cada día, se hace más redonda, su amplitud por si sola es suficiente, una mala forma de corte de pelo, la hace peor.

En mis días de máxima irritabilidad, cuando la desesperación se apodera de mi, mis deseos más recurrentes son pelarme al cero, afeitarme, y caminar desnudo en un lugar solitario, es decir, despojarme del ser que no se atreve a enfrentar su realidad; quizá, esa sea mi forma de enfrentar la realidad.

Pese a que las peluquerías pululan en el centro de la ciudad, me corto el pelo con un peluquero al que voy hace ya varios años; porque como dice mi madre, “los peluqueros son como los sastres, ya te conocen”; se supone que este me conoce, y que su actuar se asemejará a mis peticiones. Siempre he pretendido cambiar de peluquero, no porque no me guste el que tengo, sino porque siento que sería bueno, probar por otros lados, pero el temor se apodera de mi, al pensar que si me cambio, me van a dejar la cagada en la cabeza. Gracias a la naturaleza, como hombre, cualquier cagada que tenga en la cabeza, se termina pelándome al cero.

La verdad es que no me gusta ir a las peluquerías, encuentro aterrador el hecho de salir de ese lugar con un nuevo look, nunca quedo contento de como salgo. Soy un creyente, que el trabajo del peluquero, no se evalúa al momento de salir de la peluquería, o en el momento que te miras al espejo mientras estás pagando, sino unos dos días post peluquería.
Se supone que siempre llevo la idea de cómo quiero que me corten el pelo, también se supone que explico bien, para conseguir ese objetivo, pero lo que es inevitablemente siempre, es mi disconformidad al momento de dar el primer paso, tras la puerta; eso es algo que me pasa, y que al contrario de cómo debería ser, es una sensación que va en aumento.

Lo agradable de ir a una peluquería, es que se pueden leer revistas, de esas que uno no compra, pero que le gustaría comprar, gratis; otra de las cosas que es agradable, es cuando la ayudante te lava el pelo, en esas sillas que tiene como un molde donde tienes que poner el cuello, los rollos son inevitables, pero hay que controlarlos, porque en la posición que uno queda, es fácil salir delatado.

Es una lata depender de terceros, para realizarte un look que deseas, podría ser el pelo como la barba, uno le da el estilo que quiere, y maneja los tiempos como quiere, mal que mal, la barba al contrario del pelo, es menos demorosa en volver a aparecer, en caso de alguna cagada.
Aún no doy con el look que quiero, es probable que pase tiempo hasta encontrarlo, pero mientras , me tendré que reconciliar con mi nuevo corte.


sábado, noviembre 11, 2006

Bebida adicción

La situación se hace crítica, la batalla la estoy perdiendo, es casi imposible remontar; es similar a que esté jugando un partido de fútbol, estemos jugando los descuentos del segundo tiempo, y yo vaya perdiendo cinco a cero, es decir, en teoría aún algo se puede hacer, pero la realidad y en la práctica, ya el partido está perdido. Lo mismo me pasa, con mi amarga batalla contra las bebidas no alcohólicas.
Me he propuesto dejarlas, por una cuestión de conciencia de la gordura que provocan, y también por una cuestión monetaria; no he podido; tal como una mujer, sus encantos se me hacen irresistibles.
Lo preocupante es que ya no disfruto de su sabor, un vaso de bebida, me lo tomo sin respirar, como si nada, y quedo con ganas, ya no disfruto sorbo a sorbo con un hahaaaa final, sino que ahora es un sorbo gigante, que comprende todo el contenido del vaso, pero que aún le queda el hahaaaa final. El placer que me provocaba antes, y que duraba un par de minutos, ahora es un placer que dura menos de 30 segundos. Será que como en una especie de analogía con un eyaculador precoz, me estoy convirtiendo en un disfrutador precoz de un vaso de bebida; francamente, eso sería muy malo.
No discrimino sabores, aunque tengo cierta predilección por la coca-cola ; lo que me interesa es que no sea insípida, como el agua; ese es el único requisito. Para ejemplificar el grado de adicción, comento la siguiente situación; por razones de la vida, una vez, comiendo carne de chancho y tomando mucha bebida, me enfermé de la guata, de esas enfermedades que duran poco y que se solucionan vomitando, pero que te dejan traumatizado; desde ese día, no como chancho y bebida al mismo tiempo; cuando hay asado de cerdo en mi casa, la elección es fácil, no como, la bebida es lo primero.
Si voy a ser guatón, lo seré y lo asumiré, pero tomando bebida.

sábado, octubre 28, 2006

Mi primer autógrafo



Mi timidez, generalmente me ha alejado de lo que para mi podrían haber sido grandes momentos, que incluso, podrían haber generado cambios en mi vida; me ha mantenido estático transitando, dentro de mis estrechos límites.

Es un tema especial el que me produce la gente conocida, no se por que, pero a mi me da la impresión que andan como más limpios que en la tele, andan , como con una estela que dejan al transitar al lado de uno, realmente es una sensación rara, que puede generar o mayor admiración, o simplemente una gran decepción; lo que si está claro, es que el maquillaje les ayuda mucho.

Recuerdo que para una teletón, vinieron los matinales a mi ciudad, y yo, con una abulia que cada vez se me hace más típica, asistí a los últimos cinco minutos de su presentación; sin embargo, la suerte me acompañó, y después me los topé a la salida del hotel, eso si, no sólo me los topé yo, sino también cientos de personas que previamente informados, ya sabían de su estadía en ese determinado hotel. Casi como un callejón humano, pasaron los animadores hacia el bus, la expectación era grande, y yo formaba parte de la estructura de ese callejón, eso sí en segunda fila, pero sin mayores esfuerzos para mirar; de todos los personajes que andaban, yo iba con una sola fijación, Eva Gómez, que en la televisión se veía estupenda, y que por lo que había visto, su anatomía delantera, prometía. Pasó por delante mío, sólo 5 segundos, los necesarios para hacerme saber que lo que yo imaginaba, la percepción física que tenía de ella, no era lo que podía ver realmente, y eso, me provocó una gran decepción.

A principios de este año, fui a un torneo de tenis para discapacitados, y ahí tuve la oportunidad de estar cerca de varios famosillos, entre ellos, Gildemeister, y el mismísimo Carlo de Gavardo, con el cuál me saqué una foto; para esos casos, la filosofía es, el hombre aparece en televisión, sería interesante tener una foto con él.

Mi penúltimo contacto con una persona reconocida, fue, como lo comenté en el artículo anterior, en un café de mi ciudad, fue con Alberto Fuguet, y pese a que de imagen no lo ubicaba mucho, no me provocó decepción, sino más bien, una especie de anonadamiento, ya que debido a mi ignorancia con respecto a su obra, sólo sabía los títulos, me sentí muy insecto, como para pedirle un autógrafo o simplemente ir a hablarle, de algo que me gusta y a lo que él se dedica, la escritura. Estuve a menos de un metro de él, pero eso bastó, para sentir un magnetismo y una energía especial.

Ahora bien, mi última experiencia directa con alguien conocido, fue hace un par de días, cuando recibí mi primer autógrafo legible y dedicado, porque mi primer intento de autógrafo, fue cuando yo era chico, y aunque yo no lo pedí directamente, era para mi, en esa oportunidad, fue Cristián Bustos el encargado de encenderme la ilusión, la que duró hasta que vi a lo que le llaman autógrafos, unas rayas sin sentido, es decir, uno tiene que agradecer que ellos se dignaron a manchar tu hoja; eso es decepcionante, si van a dar una mierda de autógrafo, mejor no la den.
Quizá el tema pasa, por quién es el que da el autógrafo, si es un tipo que simplemente trabaja en televisión y se cree estrella, es un deportista o es una persona, ligada al arte y la cultura; en el caso de los dos primeros, me parece que son el tipo de personas que sólo hacen rayas, quizá por un problema de humos, o simplemente de poca deferencia; en el caso del tercer tipo de personas, me parece que son los que te dan los autógrafos más dedicados, puede ser, porque pese a que también aparecen en televisión y son relativamente conocidos, no tienen tanta exposición pública (farándula), o quizá sea que se conectan con la sensibilidad de la gente y entienden que lo que uno busco, es un mensaje como mínimo; de ahí que me parece interesante una firma de libros, esos, para mi, son autógrafos con talento.

Como ya mencioné, mi primer autógrafo de los buenos, de esos que valen la pena, fue hace unos días, a manos de Claudio Parra; a simple vista, no es reconocido, como nombre, pero como colectividad, pertenece a un grupo de culto, que ha hecho historia, es el pianista de Los Jaivas. Ese día, tocaban en una universidad, lo hacían de manera gratuita; nunca tuve clara la hora, ni como era la cosa, pero tenía ganas de ir; convencí a un amigo, lo que trajo un poco de retraso, pero fuimos que era lo importante, como todos los malos presagios, llegamos a la última canción, que si no corro, sólo escucho la mitad, como quedé cerca, tenía que darme por pagado por ese minuto que estuve viendo a esos maestros de la música nacional y por que no mundial; no obstante, y como nunca, corrí con decisión al bus al que se fueron una vez que se bajaron del escenario, al principio no pasaba nada, cuando de repente, baja del bus, el ya mencionado Claudio Parra; empezó a dar autógrafos, pero tal como mencionaba mi mala suerte, lo hizo para el lado contrario al que yo me encontraba, hasta que otros más apasionados que yo, le pidieron que girara, así lo hizo, yo con mi cuaderno en mano, estiraba el brazo, por si se dignaba a tomar el mío; después de dos intentos, lo hizo, tomó mi cuaderno e inesperadamente para mi, me preguntó el nombre, para dedicarlo; escribió algo, y me lo entregó, la sonrisa, no se me salió más, mientras el seguía autografiando, mi nube, no reaccionaba, y empecé a quedar atrás de la multitud, mi objetivo estaba logrado, mi travesía estaba pagada, emprendo retirada.
Con sonrisa permanente, nos fuimos. Tomamos once en mi departamento, con unos amigos. Fue un gran día, el día de mi primer autógrafo.

sábado, octubre 14, 2006

Agradecido

Revisando mi blog, en una especie de auto-admiración, noté algo extraño en los numeritos que indican los comentarios, específicamente en el que se titula Lectora oficial; ya sabia que uno de esos comentarios era precisamente de ella, pero el otro, ¿de quién podría ser? Con curiosidad, abrí el link. No lo podía creer, de hecho, hasta ahora, no lo puedo creer, era ella, la mismísima María José Viera-Gallo; si, la autora de Verano Robado (léanlo, es buenísimo), el último libro que leí, y que de inmediato se puso en el número uno de mis preferidos; es probable que vengan muchos más a tomar esa ubicación, pero este libro en particular, me dejó ese saborcito especial que me hace estar atento a la próxima novela de esta autora chilena, que según entiendo, ya la está escribiendo, para que compita con V R en mi ranking mental (como el burlitzer de Livia).
Es bueno que gente a quién uno admira, se tome el tiempo y la molestia para dedicarle unas palabras a uno, que no es más que un aficionado, carente de todo tipo de talento, pero con muchas ganas, que es lo que importa al final , ¿o no?. No se si lo hará con una plantilla, en que a todos les dice lo mismo y por eso no pone nombre, o a cada uno le escribe una cosa distinta y el nombre simplemente lo omite; quizá lo hace como los famosillos que de autógrafo te hacen unas rayas sin forma ni sentido, y que tu debes agradecer, por haberse dado la molestia de impregnar la tinta de un lápiz que tu le pasaste, en un cuaderno tuyo. Eso pasa con los famosillos, generalmente que salen en la tele, pero con los escritores es otra cosa, de ahí que sea entretenido que a uno le firmen el libro. Lamentablemente, por las distancias, el desconocimiento y diversas circunstancias, no puedo asistir a estos eventos, como lo es la firma de libros, que por lo general son en Santiago, asistir a ese encuentro cautivante con tus verdaderos gustos e inspiraciones, a esa fracción de minutos en que te miras a los ojos con el firmante, te pregunta el nombre (lo que lo hace más personal, aunque a todos les ponga lo mismo) y deja plasmado en tu libro, algo que no se olvidará , el momento con la autora, el tiempo de ella para contigo.
Hace un tiempo, Fuguet visitó mi ciudad, no fui a ver su conversación en mi Universidad, pero si fui a verlo al café donde estuvo al día siguiente, estuve a un metro de él, pero no me atreví a hablarle, pues la timidez es otro tema, que debo superar, y para lo cual uso como herramienta la escritura; pero esa simple situación, el estar cerca de él, me impregnó de una energía especial, que irradiaba un ¡se puede!
Espero leer pronto la nueva novela de María José; mientras tanto, estoy muy agradecido de ti, porque sea como sea, tuviste la deferencia, y eso, marca la diferencia.

El nuevo Rocky.


Si en estos momentos, tuviera que explicar mi situación académica, lo ejemplificaría usando al boxeo.

Si sacar una carrera en la universidad, fuera una gran pelea, los contrincantes serían, yo en una esquina, y en la otra , los ramos. Tal como lo harían los presentadores de las grandes peleas, esos que usan un micrófono que está colgando al medio del ring; “ En esta esquina, directamente de su realidad, con 78 kilos de peso, 1.75 de estatura, Daniel Rioseco”, se escuchan tímidos aplausos (rumores de pasillo, indican que son solo los familiares los que generan esos ruidos) “Y en esta otra esquina, directamente de las imposiciones sociales, con 250 kilos de peso, 2.55 de estatura, Malla Curricular”, realmente un mastodonte; a simple vista invencible.
En una entrevista previa, dije que al rival no lo conocía mucho, que peleo con él, porque mal que mal es un platita que voy a recibir si es que gano la pelea, y que de alguna manera tengo que darle de comer a mi familia (esposa, hijos), además, me di cuenta que si no me gustó este rival, el otro, que en el papel era de mayor nivel, me iba a gustar menos, así que de una u otra manera, este era el mal menor.
Es una pelea a 10 round inicialmente, sin embargo, según las circunstancias de la pelea, se puede alargar a más round, con posibilidad de retirarme cuando quiera, cambiar de estadio, o cambiar el rival, pero hay algo que está claro, la pelea va si o si.

El primer round, pese a que golpié 5 golpes, que fueron suaves, recibí uno tan certero que los jueces decidieron alargar mi pelea dos round más. En el segundo, golpié otros cuatro, pero recibí otro, que pese a no ser tan certero me duele y hasta hoy me pena. En el tercer round, me recuperé un poco, y pegue siete golpes, lo que me mantuvo en pie por algunos momentos. En el cuarto, tomo ribetes de desastroso, fue de lo peor, un espectáculo para los asistentes a lo que a esas alturas era una fiesta, para mi rival; pese a que pegué cinco golpes, recibí tres muy certeros, uno de ellos, idéntico al recibido en el segundo round. En el quinto round, no recibí ningún golpe, y de los cinco que yo di, tres fueron en los guantes de mi rival, es decir no provocaron daño alguno. En estos momentos estoy disputando el sexto, del que espero salir victorioso.
En uno de los descansos, me pasaron un espejo, y realmente, mi estado es deplorable, mi rostro se ve algo demacrado, tengo los dos ojos en tinta, pero con uno ya no veo, se me salieron dos dientes de mi mandíbula, y tengo algunos moretones en mi cara. Es cierto, podría estar peor, pero así también, podría estar mejor. Mi entrenador que en este caso es mujer, me ha ofrecido varias veces tirar la toalla, e ir a pelear en ligas menores, con rivales de menor nivel, pero yo aún no me siento derrotado, hay algo dentro de mi, que me hace pensar que debo seguir, que en algún momento le voy a encontrar su punto débil, o lo encontraré descuidado, y que a partir de ese momento, no me parará nadie.
Como un nuevo Rocky, espero sacar fuerzas de flaqueza, pegar un par de golpes certeros, para poder lanzarme al estrellato a partir de este sexto round, y no recibir ningún golpe mas en los 6 round que me quedan (descontando este), para así, salir en andas del ring, y cosechar los logros que mi entrenador a sembrado.
Pese a que no comenzó recién, esto, aún no ha terminado, y yo sigo peleando.

viernes, septiembre 29, 2006

Lectora oficial

El éxito de una publicación, es que alguien aparte de su autor y su representante legal, la lea, y esta es escéptica, pero no ajena a esa necesidad de lectura.
Mi mente inquieta piensa siempre en el libro que publicaré, no tengo idea de cuanto saldrá imprimirlo, cuantas copias sacaré, que fin tendrán, y peor aún no se escribir un libro; sin embargo, pretendo, dignamente, morir en el intento.
Psicológicamente he comprometido a varias personas que lean ese libro, a varios se los he ofrecido, y quizá a otros se los venda.
No se quien será el primero en leerlo, no se si alguien lo leerá, es más, no se si existirá libro. Mientras tanto, existe esto para leer algo; peor sería nada (diría alguien que ve el vaso medio lleno).
Si esto, tiene éxito o no, no lo se, pero se que tengo una lectora, la cual se ha autodenominado oficial, y que cuenta con mi beneplácito, para serlo, ya que podría decir, que de ella depende, que el libro de visitas se abulte. Sinceramente, le agradezco, su gesto de ser una de mis lectoras, y agradezco sus gestos en general, ahora bien, le quiero decir, que cuando me vea en la calle, se acerque a saludarme, que se acerque a conversarme y todo eso, que mi cara no representa mi sentir, que siempre será un gusto conversar con alguien que se interesa por lo que uno hace, y que si yo no lo hago, es sólo producto de algo que estoy trabajando, mi timidez.
Espero verla algún día, en una de estas le doy una dedicatoria por adelantado.

lunes, septiembre 18, 2006

Semáforo


Es sábado. Estoy parado en una esquina en contra de mi voluntad, y digo en contra, porque si sigo moviéndome, me atropellarían, es un semáforo el que me indica que debo detenerme.
La diligencia que me han encomendado, es rápida, en fracción de minutos, llevo la tarea hecha entre mis manos, sin embargo, mi record en cuanto a tiempo demorado, se ve truncado cuando la luz del semáforo indica rojo. ¿Y si me hago el daltónico, y esquivando autos, y así consigo la sorpresa de quien espera mi productividad?, sin embargo, ese reconocimiento durará lo que dura el reventar de una ola, y es un record en el que solo participo yo, es decir, no tiene ningún sentido, es solo un producto de mi incesante actividad mental.
El semáforo indica rojo, debo detenerme, lo hago. Logro leer la segunda lectura, eso que se lee con el espejo, y aprovecho mi detención breve (lo que dura el rojo en un semáforo) para analizarme brevemente. Me dejo en pause, mientras analizo mi pasado inmediato y mi futuro inmediato. Logro darme cuenta que el mundo avanza a mi alrededor, que no soy factor, y que pese a que todos tienen sus propios problemas, los míos son muy absurdos, no son merecedores de habitar en mi cabeza, no son dignos de presentarse en la esquina mientras espero que la luz sea verde.
Los autos no paran, ya sea en un sentido o en el otro, la gente tampoco lo hace, aunque mientras los que están a mi alrededor están parados, los que van en perpendicular avanzan, lo que le da continuidad al mundo, un mundo no tan solo contaminado con smog, partículas de polvo y cosas raras que provoquen problemas a los pulmones, sino también extremadamente contaminado acústicamente. Yo soy parte de esa contaminación, y pese a que no contribuyo con contaminación en contra de los pulmones, ni hago ruidos excesivos al caminar, contamino con mi cara de culo. Esa cara de culo que es el reflejo de mi ocupación cerebral de ese momento. Así es, mi cerebro en ese momento está ocupado de un tipo que hace más de mil años atrás creía que la mente estaba en el corazón, o de otro tipo que hace unos 100 descubría con que parte del cerebro hablamos; preocupado que un tipo con un daño en su corteza tanto, va a sufrir ciertos daños que lo harán cambiar su forma de ser; peor aún, estoy preocupado de unos monos que luego de extirparles cierta parte de su cerebro, ahora se ponen hipersexuales y se meten las serpientes a la boca. Estoy loco.
Ese semáforo en rojo, me dio la respuesta a mi cara de culo, mi abulia, mi incapacidad de decisión, mi visión borrosa, y peor aún, de mi aceleración en la vida. Estoy gordito (suena más tierno) quizá hay alguna hueva que obstruya mis venas y me esté quedando la caga en el corazón, y yo, lo agito más , porque tengo que llegar pronto a donde sea, con un objetivo claro, a aprender más de mis preocupaciones cerebrales, que paradójicamente, se tratan de un cerebro. Mi cerebro, estudia y aprende acerca de los cerebros.
Después de todo mi detención me agrada, quiero agradecerle al género semáforo, que hasta ahora, sólo me ha dado cosas buenas (encuentros positivos, observaciones, pensamientos, etc) ; pero ese semáforo en particular, me devolvió un poco de mi tiempo, para dedicarlo a lo que yo quiera, aunque sea para pensar huevadas, pero huevadas que no me las imponen (eso es importante); en definitiva, me devolvió un poco de mi.

jueves, agosto 31, 2006

Aburrido de aburrido

Muchas veces he escuchado una expresión digna de ser escuchada pocas veces, pero que inversamente, lo escucho cada vez más a menudo, y la expresión es “… de aburrido”.
Yo lo toleraba, porque creía que era una expresión digna de un tipo particular de persona, ese tipo de persona soberbia que te quieren hacer sentir mal, diciéndote que hasta de aburrido, sus cosas las hacen bien, y les generan recursos, ya sean de palabras, intelectuales, económicos, etcétera; sin embargo, la gota que de alguna manera rebalsó mi vaso, y que provocó este ensayo, fue escuchárselo al maestro, maestro que por lo demás, siempre he creído que es una buena persona, por la simpleza de su vida y precisamente por la escasez de soberbia en él (espero). Sé que quizá nadie lo haga por soberbia, ni por algún motivo en especial, sino que simplemente puede ser por decir algo, para explicar lo que quizá no necesite explicar, en definitiva, lo dicen “de aburridos”.
Esta expresión es aplicable a todos los ámbitos de la vida al parecer, ya que lo he escuchado para las situaciones y circunstancias más diversas; no obstante , de los tres usos a los que me referiré, discrepo con todos ellos, en el fondo, es decir, discrepo, en que yo no haría eso de aburrido.
El primer caso, lo viví en verano, caminando con un amigo, le observé el detalle de su pantalón corto, lo deshilachado que estaba, por lo mismo le pregunté donde lo compró, porque me pareció interesante, ahí fue donde me respondió que los cortó él, de aburrido, en su casa. ¿Cómo alguien puede cortar un jeans “de aburrido”? No lo sé, sólo sé, que el producto de ese aburrimiento, era quizá para imitarlo.
El segundo caso, fue en época de estudios, por lo mismo, era referido a ello; es típico que uno se pregunta (quizá algunos no lo hagan) si se ha estudiado para la prueba que viene, y típico en mi, era “decir” no, a su vez, eso lleva consigo un ¿ y tú?. Aquí viene el empelotamiento, la respuesta fue “si, lo leí de aburrido, estaba aburrido en mi casa así que lo leí” Ahora me pregunto yo, ¿quién puede estudiar producto del aburrimiento? A mi, lo último que se me ocurriría hacer producto del aburrimiento, es estudiar, y no es por flojera. Hay que ser muy.
La tercera, la escuché hace un par de días, hablando con alguien, este, me dijo que pedía huevas a minas deseosas de él, tan huevas eran, que terminaba desechando a las hembras; ante mi lógica pregunta de por qué pedía eso, la respuesta fue fatalista,”de aburrido” ¿quién puede desechar una mina de aburrido? Nadie. Bueno, lo pueden hacer aquellos que están satisfechos a tal punto que ya no quieren más placer, esas personas, que para mi, ya están un nivel más arriba que a los que nos cuesta lo normal, simplemente pasan a la categoría de maestros (si, fue el maestro).

Más de alguna vez me han dicho, que el mundo no va a ser como yo quiero, lo que evidentemente es verdad, además, también es sabido que el mundo no hay que cambiarlo, sino entenderlo; por lo mismo, en mi afán de entenderlo, quizá en vez de empelotarme con esas frases, mejor me uno a ellos y las uso, mal que mal, si la dicen varios, será porque es aceptada ¿o no?. De esta manera, no me queda más que decir que esto lo escribí “de aburrido”.

jueves, agosto 24, 2006

Esperando el llamado


Es verdad, muchas veces, uno ingenuamente espera ese llamado que sabes que nunca llegará; sin embargo mantienes la esperanza, ya sea por ser lo último que se pierde o simplemente porque aún crees en el viejito pascuero; cualquiera que, la cosa es que el llamado nunca llegará.

Si hubiese que clasificar en dos grandes grupos, los llamados, estos serían, los que esperas (ansiosamente), y los inevitablemente inoportunos y/o indeseados, existiría una tercera clasificación (la que desconcierta en las evaluaciones) que sería ninguna de las anteriores, pero quedémonos con las dos primeras. Los llamados que esperas, son por lo general los de felicitaciones, ya sea por tu cumpleaños, porque te ganaste un premio, porque te casaste, porque te compraste algo de mucho valor, etc, los de apoyo, como en caso de muertes, deseándote suerte para algo, o simplemente para decirte “no estas solo”; también se espera los llamados de buenas noticias, como para decirte que te aceptaron en un trabajo, que te fue bien en una evaluación, que te ganaste un premio, para aceptar una invitación, o simplemente para darte el si que esperabas. En cuanto a los llamados inoportunos, ocurren en esas situaciones en que lo estas pasando de lo mejor, en esas que llevan consigo un proceso, y que por culpa de estos llamados, tienes que empezar de cero, o cuando estas en una reunión muy importante en que el decoro es lo principal, o simplemente cuando no quieres recibir ninguna llamada.
No se si será mala costumbre, alguna patología o quizá que cosa, pero al igual que con el control remoto, lo que sucede con el teléfono es por lo menos, curioso. Uno puede estar tranquilamente viendo televisión, almorzando, duchándose, (como le pasó a un integrante de la casa ahora) durmiendo, haciendo cualquier cosa, hasta defecando, cuando suena el teléfono, y es ahí cuando surge el imperativo inconsciente que indica “ anda a contestar” nada es más importante que un teléfono sonando, tanto a que surgen discusiones como “apúrate antes que corten”, en su defensa el lento dice suelto de cuerpo que “si me necesitan de verdad, o si quieren comunicarse de verdad, llamarán de nuevo” . ¿Qué es lo que hace tan imperativo este llamado que no esperamos? Será que creemos que nos pueden decir que ganaremos un premio de un juego en el que nunca hemos participado, o que nos ofrecerán un viaje completamente gratis a donde queramos, o es porque somos negativos y pensamos que nos llamarán para avisarnos la muerte de alguien; últimamente se me ha ocurrido que estos tipos que hacen los tonos (ringtones) para teléfonos, han hecho estudios profundos y han desarrollado técnicas para que el sonido del teléfono afecte al cerebro, y libere sustancias que indiquen que hay que responder el teléfono, no importando lo que estemos haciendo (muy rebuscado). No se que será, pero el sonido de un teléfono es por lo general imperativo.
Antes me pesaba la conciencia no contestar, pensando en que podría ser alguna mala noticia o algo por el estilo, ahora, me liberé de ese peso, y respondo cuando quiero, a veces sabiendo o no quien llama, la displicencia la tengo más con el teléfono de casa, porque en lo que se refiere a celular, me hierve cuando solo te hacen sonar el teléfono, ahí me gusta saber quien es el que huevea.

Para mi, el celular es un tema sensible, no concibo a las personas que no tiene donde comunicarse cuando no están en la casa, pero las encuentro loables, y pese a que yo he querido dejar de tener celular, no lo he conseguido, mi máximo logro, ha sido mantenerlo apagado, no sin revisar cada cierto tiempo, si alguien tenía la deferencia de llamarme, muchas veces encontrándome con la triste realidad que me indicaba que no.
Para mi cumpleaños, lo apague, esperando encontrar en los momentos que lo prendía para hacer la melancólica revisión, los números de muchas personas; era curioso lo que sucedía, porque pese a que no quería que me llamaran, a la vez, sentía el deseo de que si lo hicieran, en realidad, más que no quería que me llamaran, no quería hablar para repetir lo mismo de siempre “ gracias por acordarte, si ya son ( la edad que uno cumple), si, igual he recibido llamados, los regalos están bien, nos vamos poniendo viejos, etc) y todas esas huevas que uno dice siempre para estas cosas. Hay muchos número que me hubiese gustado ver en la pantalla de mi celular, ya sea como llamada pérdida o como la introducción a un mensaje de texto, pero no, no llegaron, pero era de esperar, era el reflejo de mi siembra.
Soy un adicto a hablar por teléfono, por gusto necesidad o lo que sea, de hecho se las debo tener hinchadas al maestro de tanto que lo llamo, aparte que ahora con el plan que tengo, me siento bien al ver llamadas por más de 150 minutos que cuestan $45, me siento cagándome a la compañía, siendo que siempre al final es la compañía la que te caga a ti.
Es clásica la frase “ te llamamos”, se asume que cuando te dicen eso, es porque no lo van a hacer, y es verdad, se suponía que me iban a avisar y no lo hicieron, por lo que te mantienes esperando el llamado, revisas de vez en cuando por si no lo has escuchado, te aseguras desde que está prendido hasta que está con el máximo de volumen; al final del día, te das cuente que la hora de inicio más tarde ha llegado a su fin, y que simplemente el llamado no llegó.

Muchas veces es tanta la ansiedad de esperar un llamado particular, que cuando suena el celular, imaginas el nombre de quien quieres que te llame en el mensaje, o cuando vas a recibir el mensaje ya vas suponiendo lo que te va a decir, sin embargo esa ficción dura lo que dura el reventar de una ola, y caes a la realidad de un golpe.

El tema es el siguiente, si aquella persona de la que yo espero un llamado, también está esperando mi llamado, ¿Cuándo nos vamos a comunicar?, ¿cuando se rompa el orgullo?, ¿Cuándo alguien diga, bueno, yo gastaré esta vez? O quizá lo típico, cuando uno necesite al otro. Quizá nunca
Para terminar, miro mi celular, no hay rastros de llamados, no obstante, no claudicaré (suena a político), y seguiré esperando el llamado.

viernes, agosto 04, 2006

Quiero ser gordo.




Hace tiempo tenía ganas de escribirlo, y por ende de decirlo (quise decir a los cuatro vientos, pero me sonó como de maricón); es verdad, quiero ser gordo.
Siempre he pensado en ser feliz, y mi concepto de felicidad es sentirse bien con uno mismo y el entorno; yo no me siento bien, siempre hay algo que no me hace sentirme al 100, sin embargo, puedo decir que la felicidad es efímera, y que hay que estar muy atento a cuando llega, para disfrutarla al máximo. Por lo anterior, a la frase debo agregarle que quiero ser un gordo feliz. Pero,¿podrá darse esa mezcla?

Soy un adicto a todo, bueno a todo lo que me gusta, y uno de mis mayores placeres y adicciones es a la bebida, herramienta engordadora por excelencia. Tengo claro que no soy el máximo bebedor de gaseosas en el mundo, ni en Chile, ni si quiera en mi propio barrio quizá, pero es una adicción que si no hiciera mal, rompería los records mundiales, pero engorda y al engordar trae consigo una serie de eventuales problemas, que mejor ni estar metidos en ellos. La adicción se puede notar, más que en la cantidad, en el hecho que me gusta cualquier sabor, da lo mismo, tampoco importa el lugar donde la hayan hecho, ni la marca, una de las pocas cosas, en que no me fijo en la marca, aunque evidentemente prefiero una, la Coca- Cola.

Conozco un par de gordos, uno relativamente gordo y otro derechamente gordo; yo me considero ya un gordito, una especie de espinilla ciega de la gordura, es decir, se sabe lo que viene. Se supone que los gorditos son simpáticos, mal que mal es la manera de entrar, ya que si no tienen plata, como van a acercarse a las hembras, las que por lo demás, son muy discriminadoras, una especie de discriminación lésbica; de esta manera, siendo más gordo de lo que ya soy, veo bastante difícil que la mezcla de un gordo feliz, se logre.

Mi suerte con las mujeres, no ha sido buena (espero que mejore), y me parece que se lo debo en un 15% al hecho de no ser flaco, lo que para una descripción de Chat sería contextura media (eso si, hay que dejar claro, que no soy un gordote ni nada de eso, sino, un personaje con guatita ¿creciente? Como la luna), el otro 85% se lo debo a la maldita timidez, que se multiplica al agregarle el 15 de la poca carne abdominal sobrante, lo que suma más de cien, en fin, la pura cagá.
Envidio a las personas que son flacas y comen como si tuvieran el estómago vacío, no engordan los huevones, eso sí, yo no como en exceso, lo que me mantiene en este estado, es la bebida, la, ya no se, si bendita o maldita bebida y claro, la falta de ejercicio. En fin.

La discusión habitual ante una excesiva ingesta de bebida, es “después te quejas que estas gordo” y es cierto, me quejo, pero quiero no quejarme, y aunque mi deseo de ser gordo, no es tan real ni del alma, quiero decir que quiero tomar bebida tranquilo.
Si para tomar bebida tranquilo, tengo que decirlo, está bien, lo asumo, quiero ser gordo.

La rueda está girando

La verdad, es que aún no he podido comprobar a ciencia cierta la existencia de la rueda; pero más allá de la existencia de la prueba, lo que no he podido comprobar es si acaso gira. Me gustaría poder dilucidar este problema, para así poder orientar mi actuar para con los demás, lo digo, porque soy asiduo a inhibir muchas conductas, pensamientos y demases, por el maldito temor al giro, y quedar sumergido en la parte baja de la rueda.
De lo que nunca estaré de acuerdo, es de hacerle daño a terceros, para mi ese tipo de personas, no debería existir, y si es que es necesario, para que no existan, habrá que matarlos (miedo al giro). Muchas veces uno provoca daño de manera inconsciente, lo que sería el daño psicológico, el cual es muy difícil darse cuenta si ha provocado un efecto negativo en el tercero, no obstante cuando uno está consciente de que el daño se ha generado, no basta con disculparse, sino hay que remendar el error, y la mejor manera de remendarlo es no volverlo a cometer.
Es probable que sea pretencioso de mi parte, buscarle el giro a la rueda, con la escasa información, resulta osado, pero no menos valedero pensar que la rueda si está girando, quizá no relacionado directamente conmigo, pero si de manera indirecta.
Se que soy un asiduo “pasa royos”, por lo mismo quizá sea algo que sólo veo yo, ya que esa condición, me permite mirar bajo la apariencia.
Hace muy poco me dijeron una frase muy sabia, “lo malo hay que pasarlo rápido” si es que va a girar para dejarme abajo, que lo haga luego, de esa manera, me queda más tiempo, para intentar quedar arriba; por ahora, siento que estoy de a poco, muy poco, pero subiendo al fin.

viernes, junio 16, 2006

Todo se paga


Desde un par de días, he podido comprobar que todas las cosas se pagan, que nada sale gratis, que tenemos que mirarlo con ojo clínico para observarlo muchas veces, pero es así; y hay que ser crítico para reconocer que muchas cosas que quizá agradecemos, son solo una pequeña recompensa al gasto provocado antes.
Partiendo con un ejemplo que puede ser compartido o no, y que puede ser muy alejado de la ortodoxia; en el caso, que quedamos inválidos, y que nuestro desplazamiento, depende en un cien por ciento de una silla de rueda, y misteriosamente, cuando se creía que jamás se iban a tener los medios para adquirir la silla de ruedas necesaria, aparece un señor que nadie conoce, con cara de buena persona, y que dice que viene a regalar esa silla de rueda; es cierto, la reacción es el agradecimiento a lo divino, a eso que no sabemos como es, pero que decimos estar cerca, es el agradecimiento transformado en fidelidad y no poner dudas. Aquí es donde yo quiero observar un poco más y observar bajo el agua, ¿qué hay que agradecer? , ¿quedar inválidos?, Depender eternamente de una silla de ruedas? No lo se, solo se que ese agradecimiento, es protocolar, tal como el agradecimiento a un tipo que se le paga para que nos preste el servicio, como dirían algunos que para el resto son seres fríos, se les paga para eso, en este caso, me parece que pudiera ser lo mismo, yo pago esa misteriosa entrega de la silla de ruedas, con mi invalidez, la invalidez es el costo, de un agradecimiento protocolar a quien sabe quien.
Puede ser un pensamiento, bajo la perspectiva de un patán, que tiene tiempo para darse cuenta de ese tipo de cosas, o bajo el prisma, de un no creyente, o la de un mal agradecido de las cosas que nos entrega el más allá, o simplemente, y quizá la más probable, la de un tipo realista, que separa muy bien las cosas y no se deja amedrentar por el maldito protocolo.
Otro ejemplo, quizá un poco más banal, puede ser, el de aquel tipo, que va caminando con su inseguridad habitual por un camino, no queriendo encontrarse con una persona x ( ese no queriendo, en su inconsciente), y que misteriosamente se encuentra con una persona que lo detiene un momento para intercambiar un par de palabras, las necesarias, para dar tiempo, a que esa persona que no se quería encontrar pasará adelante de los ojos de este tipo, evitando de esta manera el fatal encuentro. El tipo, en un gesto disciplinado, carente de todo tipo de pensamiento y racionalidad, apunta al cielo y versa palabras de agradecimiento, a aquella deidad, que muchas veces, inspira temor (el mismo que siento al escribir estos párrafos); lo que no se da cuenta ese tipo, es que ese es el costo que pagará más adelante, cuando todos sus planes se vayan a la basura, producto de nadie sabe que.
El problema surge cuando ese costo se hace cada vez más alto, y ya no se tiene el efectivo para pagarlo, y se empieza a pedir créditos, y de una u otra manera, se empieza a hipotecar el futuro. Quizá yo esté pagando el costo de mis pensamientos, y me doy cuenta que ya no me queda efectivo, como también me doy cuenta que nadie me da la oportunidad de ganarme ese efectivo, entonces ¿estoy condenado a vivir endeudado? , ¿Estoy hipotecando mi futuro?, ¿ya lo hipotequé? No lo se, solo se , que esto es similar a esa ridiculez de los que ofrecen trabajo, de pedir a gente con experiencia, si nadie le entrega la oportunidad de adquirir experiencia a los jóvenes, ¿quién mierda va a tener esa experiencia que se solicita? Nadie; acá es lo mismo, ¿como mierda me puedo hacer cargo de ese efectivo, si nadie me da la oportunidad de ganármelo? Bueno, es difícil.

Esto de que todo se pague, está muy relacionado con lo que llamo la rueda de la vida, sólo que en este caso, el disfrute, depende más allá de poder mantenerte en el lugar, de si quieres o no, estar consciente de ese costo que hay que pagar. Los metafísicos dicen que todo se paga, si no en esta vida, en la otra, pero se paga. Ese tipo de frase, me empelotan, son condicionantes, para dirigir por medio de las conciencias, las acciones del resto; que terrible, es privarse de hacer las cosas porque le puede pasar o tocar a uno, que lata más grande, por lo mismo, cuando me refiero a que todo se paga, lo haga , orientándolo a que lo que nos parece extrañamente excelente, lo que da pie para acuñar la frase “ era muy bonito (o bueno) para ser verdad” que entre líneas habla precisamente de que todo se paga, que nada es perfecto.
Hay que tener cuenta, el momento en que se paga el costo, si es antes o después, en este último ejemplo, el costo se pago después lo “malo” pasó después de lo “bueno” y eso, deja un gusto amargo, sin embargo, cuando pasa lo “malo” pasa primero que lo “bueno”, ese gusto ya no es tan amargo, hasta se torna sabroso, pese a que lo malo sigue estando, en este caso, y contrariando a la multiplicación o la suma matemática, el orden de los factores si afecta al producto. Esto es similar a cuando uno cree perder mil pesos, y los das por perdido, tu conciente te dice, están perdidos (eso sería lo malo), sin embargo, después de pasar mucho tiempo, metes tu mano al bolsillo de un pantalón que no usabas hace tiempo, y te encuentras con mil pesos (eso sería lo bueno), en ese momento, ya dejas de pensar en los mil que perdiste, y disfrutas de los que acabas de encontrar.
Prefiero pagar los costos antes, y dejar la mochila a un lado, para agradecer con los hombros livianos y disfrutar de lo que uno “merece”.

sábado, mayo 27, 2006

Fealdad objetiva


“Te encontraron feo (a)”, luego de escuchar esta frase a terceros, reflexioné y me hice la siguiente pregunta ¿qué es ser feo (a)? Es difícil la respuesta, ya que es subjetiva, no es blanco ni negro, sino una escala de grises.
Siento que verdades absolutas casi no existen, y la subjetividad es parte de nuestras vidas; y digo casi, porque una verdad absoluta puede ser, que todos en algún momento nos moriremos. Un claro ejemplo de subjetividad es la belleza, porque inmediatamente del ¿qué es ser feo(a)?, viene el ¿qué es ser lindo (a)?. Dejémoslo en que la respuesta es un misterio.
Personalmente propongo la hipótesis que existe la posibilidad de que haya una fealdad objetiva, ese tipo de fealdad que ni el campeón mundial del mal gusto, la encontraría linda, y que en el caso de las personas, correspondería principalmente a defectos físicos notorios, ya sea productos de algún accidente, o directamente desde la fábrica. Hay que tener claro que cuando uno habla de belleza en humanos, por lo general se refiere al rostro y ese es el punto donde el defecto, objetiviza la fealdad. Se que mis hipótesis no son muy populares, precisamente por la subjetividad, pero en este busco encontrar un consenso
Siempre he creído que las frases populares son muy sabias, pese a que hay para todas las situaciones, y en este caso, la más sabia de las frases es”que en gustos no hay nada escrito”, lo que lleva de la mano a la otra frase que dice “a nadie le falta dios”. De la primera, estoy seguro, pero de la segunda no tanto, porque hay casos y casos.

Muchas veces he comentado y he escuchado comentarios al estilo de “¿quién tendrá el estomago?, al ver a una mujer en el límite de la fealdad objetiva, embarazada y es verdad, explicaciones amorosas o de gusto no le encuentro; para mi son el tipo de mujeres que dejan de ser feas cuando el alcohol está en exceso en el cerebro del macho en cuestión. Lo mismo pasa en el caso de los hombres, esos que te hacen pensar ¿quién querrá tener un hijo con este tipo?, en este caso, sería el tipo de hombre que su belleza se hace proporcional al grosor de su billetera.
Para mi, un caso emblemático de estomago de lata o simplemente ausencia de estomago es el del que le hizo la gracia a la valdiviana más detalles están de más), muchos creemos que merece un monumento. Es el caso emblemático de “que en gustos no hay nada escrito”.

Dejo planteada la inquietud que belleza no existe como concepto objetivo, lo que se contrapone con la eventual existencia de una fealdad objetiva. Por mi parte, trato de conformarme con ser un feo subjetivo.

sábado, mayo 20, 2006

Mensajes impersonales


A veces me da impotencia de sentirme parte de este mundo cada día más impersonal, y que mis intentos por revertir esta situación sean vanos. La experiencia se ha encargado de demostrarme que la falta de comunicación, y peor aún, que la mala comunicación nos hacen trastornarnos a priori, sin ir al fondo del mensaje y sin darnos el tiempo de saber que es lo que realmente se nos quiere decir.
Está más que claro que la prosodia es fundamental para una buena comunicación, pero eso requiere un conocimiento de la persona a la que se le está escuchando, ya que son precisamente los tonos de voz, las pausas, los rostros, etc, las que nos entregan información adicional a las palabras propiamente tal, sin embargo, hay que tener un cuidado especial para que podamos interpretar de buena manera lo que se nos quiere comunicar.
Mi conflicto con los mensajes de texto de los celulares y su impersonalidad, es particular, ya que siento que prestan una excelente utilidad, en lo que se refiere a información, instrucciones o cualquier cosa que no requiera de la prosodia, es decir, que sean impersonales. Pero a través de ellos no se puede expresar sentimientos, emociones, urgencias, etc, solo cosas planas. Su utilidad, nadie la niega.

Me gusta que las cosas se hablen cara a cara, que las noticias se den cara a cara, si el mensaje que se quiere entregar es bueno o malo, favorable o no, debe entregarse cara a cara, para comprender la esencia misma de ese mensaje y de una u otra manera, reproducirlo de acuerdo al contexto en el que se desarrolló. A una persona cualquiera, le puede llegar un mensaje que diga “te amo”, pero ¿qué veracidad hay en ese mensaje?, ¿quien le puede asegurar a esa persona, que el dueño del teléfono, no escribió ese mensaje, peor aún, que el dueño del teléfono, ni siquiera esté consciente que ese mensaje se envió desde su celular? Nadie. En cambio frente a frente, el mensaje entre líneas, ese que va más allá de las palabras va tornando vital importancia, para poder descifrar el contenido del mensaje entregado. Por lo anterior, no es difícil recordar situaciones en las que por vía de terceras personas nos hacen llegar un mensaje, y nosotros preguntamos “¿pero como te lo dijo?, ¿con que cara? En que tono?”.
Quizá nadie pueda decir con total certeza, cuál es el método más efectivo para comunicarse de manera excelente, pero siento que una buena forma es tomarse todo el tiempo necesario para entender lo que se nos quiere decir, cualquier duda, por mínima que sea, hacerla saber a quien nos está entregando el mensaje, incluso usando preguntas que para muchos podrían resultar tontas como “estás tratando de decir que…”, eliminar nuestra soberbia de creer que lo sabemos todo, que lo captamos todo rápido, que somos listos para entender lo que nos dicen; también es importante no temerle al dicho popular que dice “ a buen entendedor, pocas palabras”, si no es un concurso, lo que importa no es quien entiende más rápido, sino quien entiende bien, y si para entender bien, se necesitan muchísimas palabras, que se usen.
Más allá de las llamadas hombrías o valentías y todas esas cosas por las que se dice esta frase, yo lo digo para poder entender correctamente, si quieres decirme algo, dímelo en la cara, o por último, asegúrate que te escuche.

lunes, mayo 01, 2006

Derechos inhumanos




Para nadie es un misterio que estas fechas que se han hecho “tradicionales”, como el 1 de mayo, el 11 de septiembre por ejemplo, es sinónimo de destrozo y vandalismo, como tampoco para nadie es un misterio la solución.
Resulta casi chistoso que se hagan reformas, se dicten leyes, se firmen tratados, se asista a conferencias, se ocupen tantas neuronas para proteger a los delincuentes y vandálicos. Es sabido que un delincuente es un tipo rencoroso que cobrará venganza si alguno de sus planes ha fallado, y si la venganza no es cobrada por ellos, lo es por sus familiares, que no por casualidad son de la misma calaña; pongo este caso, porque soy de la idea que frente a una disputa física con un delincuente , la cosa es a matar o morir, por lo que si uno puede tomar delantera, hay que aprovecharla hasta el final, es decir hasta la mejor vida (para ellos), de lo contrario si se le dejan moretones y amenazas ordinarias, el delincuente volverá y el que pasará a mejor vida será el que no aprovechó la oportunidad.
Que las cárceles son verdaderas escuelas de la delincuencia tampoco es un misterio para nadie, por lo mismo, ¿será la cárcel el lugar donde deben ir los delincuentes? ¿Será la cárcel un reformatorio para estos seres? Creo que no. Muchos son los reportajes donde muestran las condiciones en las que viven los reos, que viven hacinados, que no tienen agua caliente, que los baños, son insalubres, que viven 10 en una pieza para 4, que aquí que allá; ¿pero merecen más estos inadaptados? No. Los muy canallas y cara duras, dicen que se encuentran en condiciones inhumanas y abogan a los derechos humanos. Ja ja. ¿Se preguntaron si el acto que los llevó a la cárcel era inhumano? ¿Qué estaban violando unos de los derechos más humanos, el derecho a la vida, la libertad y la seguridad de su persona? Pero que cara de nalga, agradezcan que les den comida gratis sin esfuerzo y cierren la boca. Si de mi dependiera, la idea de la isla nunca la he encontrado muy tonta, hay que recordar a Dawson, con la diferencia que aquella vez no eran delincuentes ni lo merecían.
Me da la impresión que estas fechas en que se sabe que habrá disturbios, es una especie de panorama para los imbéciles, es su momento de gloria y fama grupal, quizá en el día van a hacer disturbios, para llegar en la noche a la casa a ver las noticias y reconocerse y reconocer a sus amigotes, además deben sacar cuentas alegres de cómo aumenta su currículo de destrozos; quizá después se juntan y festejan lo que para ellos no es más que un triunfo huevón, porque ni les subieron el sueldo, ni les ofrecieron trabajo, ni han cambiado de vida, siguen viviendo en la misma mierda, todo queda igual, entonces ¿por qué pelean? Por lo que es justo, sería la respuesta más facilista, pero que no dice nada, porque rompiendo vidrios , tirando piedras, armando barricadas, haciendo disturbios en general, nadie sabe lo que quieren, ¿o acaso no saben conversar para pedir lo que quieren?, si es así, no son personas y debe tratárseles como tales. He tratado desde mi estrechez parietal, de entenderlos y ser benevolente, pero al parecer no se puede con estos pelotas.
Siempre he tenido la impresión que las cosas no se hacen, porque no se quiere; ¿qué se puede hacer en este caso? Me da la impresión que es fácil, hay que convocar a la asociación de derechos inhumanos, cuyo presidente, es famoso por andar reclamando huevas y no trabajarle un peso a nadie, y que en un llamado nacional, advierta que se tendrá verdadera mano dura, y que quienes no quieran ser víctimas de la imparcialidad, se retiren del lugar en que noten que se están desarrollando disturbios, de lo contrario, se les contemplará como uno más de los inadaptados. El tema acá no es que se reúnan, hagan marchas, se convoque a mucha gente, se proteste, no; el problema es que se produzcan disturbios, y se viole la voluntad de terceros. Por lo mismo, se advierte esto, con unos dos días de anticipación, para que no se diga después que nadie les avisó, que no sabían y todas esas excusas; por supuesto que la idea no es volver a un régimen militar ni nada de eso, simplemente la idea es civilizar aunque sea a la fuerza. Después de eso, que se realice la convocatoria y los actos masivos, porque insisto, la idea no es que se supriman, sino que se hagan como deben; carabineros tiene que haber, porque para eso están , para resguardar el orden público; el hecho que estén , no es sinónimo de provocación, como muchos después exponen ante las cámaras; y si fuera así, es tan fácil como usar un poquito la inteligencia que nos permite ser superiores a los animales y no caer en el jueguito, de personas que quizá con suerte tienen cuarto medio. En caso que comiencen los disturbios, con un megáfono se advierte nuevamente, unas dos veces; que de seguir la situación, se actuará con fuerza por ambos lados, porque “estan rodeados”, y que quienes no quieran ser víctimas de esa fuerza, se retiren en el mismo instante; si siguen los disturbios, se entra con todo, luego de haber dado el tiempo necesario para que se retiren los “inocentes”, y cuando digo con todo, es con todo; el carro lanza aguas, avanza a toda velocidad arrasando con lo que encuentre a su paso, con encapuchados, “combatientes”, con todo; atrás, viene el personal con escudos, lumas y agarran a palo, a cuanto pelota encuentren en el paso, más atrás, viene la famosa micro verde y van recogiendo los restos, digo a los prisioneros; arriba les hacen jurar a palos que no lo volverán a hacer y después que se recuperen de los hematomas, los hacen realizar acciones para la comunidad, como pintar los edificios que mancharon, barrer las calles y todo eso. Después de eso se hace un anuncio público que se veló por los derechos humanos, pero de las personas pacíficas que no quieren verse envueltas en esos disturbios, y que se hizo una especie de intercambio, quizá efectivamente se maltrató a cientos de personas, pero todo para resguardar los derechos humanos de otras miles, algo así como unos pocos por muchos. Así, todos los huevones quedan contentos, las agrupaciones huevonas, la gente que repudia estos actos, los que la organizan, los pacos, las autoridades y los vandálicos que salieron en la tele. Que mejor.
Es probable que este texto siga vigente por muchos años más, porque no me cabe duda que esos actos se seguirán produciendo si los que deben hacerlo no se ponen los pantalones pronto. Por lo mismo, una buena recomendación sería que aprendamos a comunicarnos.

martes, abril 18, 2006

El porvenir del culo



Hace tiempo que tengo una especie de rabia contenida en contra de aquellos personajes que creen que están resguardándonos de la maldad, de la inmoralidad, de la suciedad y todas esas cosas con las que ellos se ganan la vida. Acaparan páginas de diarios, programas de televisión, y lo que es peor acaparan poder; un poder que no saben ocupar, nada más que para sus propios y cabrones intereses.
Me da la impresión que son personas que no tiene mucho que hacer en sus vidas, seguramente, hacen la dinámica del zancudo, y les chupan la sangre a sus seudo honorables socios de la agrupación. ¿Será acaso que tienen una comunicación especial y egoísta con alguna deidad?, ¿será que son los nuevos enviados del señor? Algo así como el pariente lejano de Jesús; pero mi duda más aterradora es ¿quién mierda se creen que son?.
Si ellos creen que ciertas cosas, creaciones, acciones, circunstancias, etc son malas para la sociedad, por favor no generalicen, no piensen que le hacen un bien a todos, sólo piensen en ustedes y sus familias, no piensen en los demás hay gente que ni siquiera cree en Dios y ustedes los resguardan, mientras que lo único que se quiere es ser libre, poder hacer lo que se quiera con sus propias vidas.
Es absurdo que ellos decidan lo que uno puede o no ver, hacer, querer, desear, etc. Han jodido tanto por la píldora del día después; además entre otras cosas, hueviaron tanto para que no viniera Tunick, tanto para que no se diera la última tentación de Cristo en Chile, y lo consiguieron por un tiempo, pero las generaciones van cambiando, estamos en una generación casi de libertinaje de pensamiento, sólo es cosa de escuchar el programa del Rumpy, me imagino que ellos no lo escuchan, ¿por qué? Bueno, aparte de todos esos cuestionamientos intolerables, la repuesta es fácil, simplemente porque no prenden la radio, o más fino aún, no la sintonizan, mientras dura el programa;¿por qué no hacen lo mismo con las obras de arte, con las películas, las acciones y los pensamientos en general? Si lo encuentran ofensivo, aléjense, váyanse a una isla, formen un país independiente, vayan a hueviar a otro lado, a mí y los que creemos en las libertades ordenadas, no nos caguen la vida, no dispongan de nosotros, ya nos vasta con que intente disponer la Iglesia, asociaciones patéticas no queremos.
Si a sus hijos quieren impregnarles valores, moralidad y todas esas cosas que lo único que consiguen es ser prisioneros de la conciencia, háganlo con ellos, métanlos a colegios donde les enseñen a rezar antes que a tolerar y respetar las elecciones de las demás personas, o a conventos, que sería una buena solución, para que no se reproduzca más este tipo de seres caga vida ajenas; encárguense de ellos, de mantenerlos en esa burbuja, pero no nos hueveen a nosotros, los que queremos conocer la realidad y ser partes de este mundo, adáptense
Para finalizar, y solidarizando con esta eventual adaptación que bastante falta les hace, les podría proponer algunos nombres; podría ser porvenir de nuestra agrupación, porvenir de nuestra familia, porvenir de unos pocos, y por último, si tanto les molesta y tanto les preocupa, llámense el porvenir del culo.

domingo, abril 02, 2006

Intereses inconscientes

Mucho se pregona por la vida, que uno tiene que hacer las cosas desinteresadamente, que no hay que ser interesado, que hay que hacerlas sin esperar nada a cambio, y todas esas cosas con las que te envenenan la cabeza; pero con el correr del tiempo, me he dado cuenta que eso es casi imposible, por no decir imposible a secas, y lo digo porque desde el acto más noble, al más canalla que realicemos, siempre lleva un interés por conseguir algo, que puede ser oculto o explícito. Por lo anterior, creo que los dichos mencionados, deberían cambiar, o mejor dicho adecuarlos a la altura de las circunstancias, o sea, decir “no tengas intereses malos”, o “no tengas intereses tan ambiciosos por hacer lo que haces”, si lo que queremos es mejorar los sentimientos, pero creo más fielmente que adecuados o no, suenan siúticos, y solo sobran en el vocabulario colectivo de las que se hacen llamar personas.
Pienso, que reconocer que los intereses nos pertenecen y los vamos cargando día tras día, va trasparentando las relaciones humanas que cada día se hacen más insostenibles, por la banalidad que las rodea, por ese sentimiento individualista, que se ha encargado de carcomer la vida en sociedad (me refiero a sociedad como conjunto de personas, y no como entidad imponente de reglas que están al límite de lo obsoleto).
Los intereses, por muy saludables que sean, son intereses al fin y al cabo; similar a una mentirita blanca, que es mentira a toda costa, no importando el color que se le adjetive; los calificaré según su calidad como piadosos, medios, sucios y misceláneos. Un ejemplo de interés sano o piadoso si así se le puede llamar, sería el sentirse bien consigo mismo, que se daría por ejemplo al ayudar a cruzar la calle a alguien o ayudar a transportar bolsos pesados, otro sería intentar humanizar el mundo, que se daría cediendo el lugar (especialmente a los autos que quieren meterse en una fila interminable), ayudando sin que sea solicitada la ayuda, etc. Un ejemplo de interés medio sería cuando se hacen favores sin nada a cambio en el momento, pero abonando la cuenta corriente de favores por pedir a futuro (es decir cuando se cobran favores). Un ejemplo de interés sucio, es cuando ya se exige el vil pero necesario dinero a cambio. Ejemplos de intereses misceláneos, serían las actividades que realizamos a diario y que no involucran a terceras personas, como por ejemplo, dormimos, porque nos interesa descansar, caminamos, porque nos interesa desplazarnos, y así la larga lista de actividades cotidianas necesarias para sobrevivir.
Querámoslo o no, somos interesados, yo soy nadie para juzgar lo bueno o lo malo de los intereses, pero en mi interés piadoso de humanizar un poco, desearía que se transparentaran las cosas, para que de alguna manera, se vaya acabando el estiércol que nos rodea, y nos hace sumergirnos en nuestros suburbios morales hipócritas y cínicos que nos hacen creernos los dueños de la perfección y que no nos interesamos al hacer las cosas. Luego de reconocer que somos interesados, sería “interesante” procurar, que nuestros intereses no fuesen sucios o tan sucios, para así, no seguir ensuciando lo que se resiste a limpiarse, la humanidad.

viernes, marzo 17, 2006

La rueda de la vida


Nunca he tenido muy clara mi postura ante las cosas que son difíciles de comprobar, o que van más allá de lo físico; léase fenómenos paranormales, parasicología, metafísica, etc. Dependiendo el día, soy escéptico o creyente incondicional, dependiendo de las experiencias previas recientes que haya tenido.
Siempre he creído que los dichos populares tienen mucho de cierto, el problema es que hay dichos para todos los gustos, unos a favor otros en contra, es decir para lo que se pida hay, lo que hace más complicada las intenciones de encontrar una verdad que se acerque a lo absoluto.
Me referiré a un ápice de la metafísica específicamente a la Ley del Ritmo que nos dice que todo fluye y refluye; que a una época negativa le sigue una positiva. Todo se eleva y cae. De lo último se desprende el dicho popular que dice “ todo lo que sube, tiene que caer”. Es a lo que yo le llamo la “rueda de la vida” la que va constantemente girando y que uno debería ser lo suficientemente hábil, como para mantenerse siempre en un término medio, lo que equivaldría a una especie de felicidad, que se traduciría más claramente en un estado de armonía y tranquilidad; sin embargo, los obstáculos que nos pone la vida, nos hace transitar entre la parte superior y la inferior de la rueda, resultándonos sumamente difícil mantenernos en el medio de esta. Necesariamente, mientras hay personas que están abajo en la rueda, hay otras que están arriba y es aquí donde hay que tener cuidado, ya que como lo dice la ley del ritmo, todo lo que se eleva, tiene que caer; por lo que es recomendable, disfrutar al máximo cuando se está arriba, pero siempre preparándose para el momento en que se va a caer inevitablemente, para que de esa manera la caída no sea tan abrupta y deje huellas irreparables.
Dentro de mi seudo bipolaridad auto diagnosticada, creo que me encuentro en estos momentos en la parte de abajo de la rueda, pero que gracias a la información que se me había entregado con anterioridad a los hechos, ya estoy sintiendo el impulso para mantenerme por un tiempo en la medianía, antes de volver a bajar o subir; eso se lo agradezco al siempre fiel Maestro. Lo lamentable de todo esto, es que siento que me levantaron para dejarme caer, lo que sin duda, resulta muy desilusionante y habla de la calidad de usuarios de esta, a veces, ingrata rueda. Al ser una rueda cosmopolita, está llena de personas muy distintas entre sí, lo que lo atribuiríamos a la ley de la polaridad, lo que va mostrando la rosa cromática encargada de colorear esta rueda y de decirnos que la vida no es solo color de rosas como muchas veces creemos o nos hacen creer y es este tipo de personas, el que hace que la rueda no se mantenga en equilibrio, porque en su afán de mantenerse siempre arriba, no son capaces de discernir sus actos para con las otras personas que co-habitan la rueda, siendo capaces de cualquier acto para mantenerse en esa especie de estatus que creen que les entrega el estar en la parte superior.
Quiero dejar en claro que no pretendo generalizar, y que entiendo perfectamente que arriba de la rueda, hay gente que se lo merece y que no, y que abajo ocurre lo mismo; lo que si molesta es aquellos que se hacen llamar gente, que estan dispuesto a todo para mantenerse arriba de la rueda, soplando aires de ostentación y alcurnia, que no les pertenece, que no son más que una simple maqueta que se han encargado de confeccionar para mantenerse en esos submundillos, donde la mierda es la reina por excelencia.
Es a ese tipo de persona a la que me quiero dirigir, porque lamentablemente para ellos , si es que estas leyes metafísicas existen, tengo el deber de informarles que se cuiden de aquel momento en que insoslayablemente van a caer y que por las malas siembras realizadas mientras estuvieron arriba, no van a tener que amistades cosechar, para comenzar el repunte, sin embargo, eso se contradice con mi hipótesis de que solo en las películas ganan los buenos, porque creo que en la vida real, el carro de la victoria es más utilizado por los malos; no obstante creo que estas personas que cubren con chanel la indecencia de la que son parte, son en cierto modo la manzana podrida de esta rueda, ya que son ellas las que se encargan de repartir las culpas que son solo de ellas, hablan de sentimientos, sin saber de que se trata, se cobijan en orgullos de utilería, y andan con la frente en alto, sacada de una actuación barata; es conmovedor escucharles los discursos ganadores que proclaman sin empachos, y que hablan de sus pares con los que se rodean, de lo que comen, como se visten, sus viajes, sus contactos, sus gustos, sus actos, con ese aire de grandeza típico de un cuico de utilería, que por no serlo, no saben como hacer el papel de adinerado (el cuico de utilería es aquel que quiere hacer y ser como los ricos, y como son de utilería, no saben como desempeñarse como ellos, por lo que pregonan las marcas con las que se visten, los valores de sus prendas y valores en general, les gusta hacer notar valores, comen cosas caras, todo lo relacionado a ellos es caro o lo quieren hacer caro, y lo pregonan con una espontaneidad más falsa que una mayonesa sin huevo) además son de las que dicen lo que su oyente quiere oír, son llevadores de corriente, pero a la hora de la verdad, ante conflictos de intereses, no dudan en optar por lo que siempre tuvieron en mente, y que sin ninguna duda, les conviene totalmente a ellas, son personas realmente patéticas. Yo lamentablemente estoy rodeado de ellas, aunque no se si alcanzan a rodearme; quizá yo quiero que me rodeen, buscando una forma de amortiguar futuros porrazos y aprendiendo de las acciones, no diré que no caeré en contacto con este tipo de personas, porque siento que son experiencias enriquecedoras y que te fortalecen en cierta medida. Sólo debo agradecer al equipo de asesores, que tampoco se si alcanza para equipo, por la cantidad, pero que la eficiencia es casi su sinónimo y la premonición junto con la experiencia que yo carezco una de sus principales armas.
Para finalizar, quiero decir tres cosas; primero, también conozco más colores que el rosa y uno de ellos quedó en el edredón para que sea usado como test de Rorschach cuando se esté con la victima de turno, conozco el negro que puede producir una ambición y reconozco el rojo de la sangre que corre por mis venas; segundo, los que ahora están arriba haciendo daño para mantenerse en el lugar, disfruten mientras les dure y no reclamen cuando la propia rueda se encargue de devolverles la mano, y tercero, los giros enseñan y a veces es bueno saber de que se tratan las posiciones que nos ofrece la rueda.

viernes, marzo 10, 2006

Recambio generacional.


No saben la tristeza que surge el caminar por las calles de la gran ciudad y apreciar el amor en su máxima expresión, especialmente en estas fechas del año como la primavera, en que las parejas aparecen a puñados, y lo peor de todo es que con el calorcito las casacas, chalecos , polerones y prendas abrigadoras en general, empiezan a sobrar y surge la eclosión de los petos, poleritas ajustadas y demases que tan bien le hacen al paisaje frío de las construcciones de la urbe; es que en realidad algo positivo debía tener el hoyo, de la capa de ozono me refiero, ( lo que esta entre comas, es solo una explicación fácil de que la mente cochina y perturbada del ser humano en este tipo de situaciones, es excesivamente rápida) y es así como se nota el cambio de las generaciones, si yo recuerdo que antes bajo el prisma propio de cada ser, las mujeres ricas bonitas y todos esos adjetivos, eran contadas con los dedos de la mano; sin embargo con el paso de los años , y el recambio generacional, los papeles se han revertido, y ahora son las feas, monstruosas y todos esos adjetivos las contadas con la mano.

Pero el cambio físico, no es solo producto del cambio de generación simplemente, sino que surge producto de otros aspectos de este recambio, léase alimentación; es así como la aparición de la comida chatarra, sumado eso a la impaciencia de esperar el normal desarrollo de los alimentos , manifestándose en el uso de hormonas para apurar el crecimiento del pollo en este caso, han cambiado la estructura de la anatomía humana; es así como hoy en día es difícil encontrar mujeres planas , porque cuando no tienen de lo uno, tiene de lo otro, es así como nos encontramos o con la tetona, o con la potona, pero es casi imposible encontrarse con la potona y tetona a la vez; pero no hay que quejarse, hay que pensar que igual sirve cuando se trata de.... amor; sin embargo esta situación tiene sus pro y sus contra , así podemos decir que hay más donde mirar, más donde tocar, más de donde afirmarse, más de todo; pero así mismo, hay más banalidad, menos estabilidad , etc


El recambio generacional, no solo ha afectado lo físico, sino que también en el pensamiento de la mujer chilena en este caso, es así como se ha dado rienda suelta a la libertad, se han dejado atrás los pensamientos y prejuicios arcaicos y prehistóricos que se tenían en los tiempos de Ibáñez del Campo por ejemplo; sea producto de la globalización , de lo que sea , la mujer se ha liberado y eso de verdad se agradece, ya que tal como pretenden, aunque nunca lo lograran, cada vez se acercan más a la igualdad con el hombre, pero la realidad es así , las diferencias existen y son buenas( pero ese es tema de otro escrito).


Es de esperar que siga evolucionando el genero mujer, aunque siempre con matices porque para todos los gustos tienen que haber; sin embargo lo que todavía, no ha logrado este recambio generacional es el pensamiento machista , que no es un problema de genero sexual, sino de la sociedad en si; un pensamiento que limita las aspiraciones de los tímidos y que le dan ventaja a los patéticos puntudos.


Lo importante es que sea como sea, el recambio es inminente , y que aunque no se cuando, lo hará en su totalidad, llegará.
(Septiembre 2005)

jueves, marzo 09, 2006

Comienzo!!!

Luego de reiterados intentos mentales, carentes de todo esfuerzo físico, y con la ayuda de un amigo, he decidido, emprender el viaje fascinante de los blogs.
En un principio, fui reacio a este tipo de expresión, pero con el correr del tiempo, me he dado cuenta, que aunque se que casi nadie lo leerá, y digo casi porque trato de ser optimista, ya está a la mano de quien lo desee.
Desprovisto de todo tipo de condición lírica, quiero plasmar en este blogg, bajo una mirada mas lúdica (lo que no implica menos profunda e inteligente), mi apreciación del mundo de hoy, y de las cosas que pasan.
Sin más que decir y agradecido de la oportunidad, corto la cinta para comenzar con esta aventura.