lunes, enero 14, 2008

Mi verano robado

Hay que empezar diciendo que el libro de María José Viera-Gallo, es totalmente recomendable para leerlo precisamente en la estación que señala el titulo, luego de leerlo pasó de inmediato a la lista de mis favoritas, lo que sin duda es un mero detalle, pero es para señalar que es bueno y de esos que uno queda con gusto a poco; espero que pronto saque su nuevo libro la autora.
El tema del calor, tan vilipendiado hoy en día, es mejor dejarlo de lado por un rato, en una clara señal de displicencia hacia sus efectos (pero puta que es agobiante).
En definitiva, quiero decir que este para mi, está siendo un verano especial, luego de tener un sin fin de proyectos, cual mejor que el otro, se han derrumbado todos sin previo aviso algunos, otros de manera repentina , haciendo que de un día para otro, el que iba a ser uno de los mejores veranos, se transforme en un verano que no existe, un verano robado. Me gustaría saber quien fue ese ladrón, me parece de mal gusto, esto de estar en el corazón de enero, con ningún plan, más que seguir respirando, con el único objetivo de sobrevivir; el problema es que cada plan que aparece, me parece que pueden ser una lata y la dicotomía me hace una presa, y pienso que lo puedo pasar mal, así que es mejor quedarse inactivo, esperando que así como repentinamente desapareció, repentinamente algo vuelva a aparecer.
Hago la demanda acá, quien haya robado mi verano, se le pide que lo devuelva, no tengo mucho para recompensar, pero se agradecería de corazón, bueno eso a nadie le importa, pero da lo mismo, es lo que hay para ofrecer.

domingo, enero 13, 2008

Calentamiento Global

El calentamiento global, es un concepto que ya nos pertenece como personas naturales, es que sepamos o no , lo que quieren decir esas dos palabras, estamos siendo victimas de algo que al parecer ya no tiene remedio.

Sea como sea, por intereses políticos, económicos , o simple desconocimiento de quienes tiene el poder de decidir en sus manos, el calentamiento global, esta transformándose en un depredador cuyas víctimas, si bien , no caemos inmediatamente, lo hacemos como un proceso lento y desgastante; cualquier ejemplo es claro, pero me referiré en especial al de mi ciudad Talca. Quizá mucho de los talquinos, no estén de acuerdo con lo que expondré , quizá , los menos, si lo estén, pero ser victimas del calentamiento global en una ciudad como Talca, es realmente un castigo, porque son las temperaturas más extremas del país, (proporcionalmente hablando, referido a lo que estamos acostumbrados como habitantes); pues bien, en invierno, nos cagamos de frio, incluso nevando, cuestión que no había pasado nunca en esta ciudad; y en el verano, nos cagamos de calor, registrando temperaturas históricas, de hecho en el pronóstico del tiempo, aparecemos con los pronósticos más elevados, superando a una ciudad que históricamente tenía ese “privilegio” , como lo es Los Andes. A todo lo anterior, hay que sumarle que Talca en si, no tiene nada con que apaciguar esos extremos, pues no tiene focos de entretención, que sirvan de distracción mental , medida para atenuar el sentimiento de calor. Salir al centro como a las 3 de la tarde , es de valientes al caminar, queda la sensación que se derriten las chalas y te vas a quedar pegado en el piso, sin embargo, hay veces en que vale la pena ser valiente, para llegar a un oasis como resulta una tienda con aire acondicionado.
Muchas opciones no hay, para mi, hay que armarse de paciencia, y resignarse, además el pensar en cambiarse de ciudad en algún momento de la vida, es una opción que no se debe descartar.