Hay que empezar diciendo que el libro de María José Viera-Gallo, es totalmente recomendable para leerlo precisamente en la estación que señala el titulo, luego de leerlo pasó de inmediato a la lista de mis favoritas, lo que sin duda es un mero detalle, pero es para señalar que es bueno y de esos que uno queda con gusto a poco; espero que pronto saque su nuevo libro la autora.
El tema del calor, tan vilipendiado hoy en día, es mejor dejarlo de lado por un rato, en una clara señal de displicencia hacia sus efectos (pero puta que es agobiante).
En definitiva, quiero decir que este para mi, está siendo un verano especial, luego de tener un sin fin de proyectos, cual mejor que el otro, se han derrumbado todos sin previo aviso algunos, otros de manera repentina , haciendo que de un día para otro, el que iba a ser uno de los mejores veranos, se transforme en un verano que no existe, un verano robado. Me gustaría saber quien fue ese ladrón, me parece de mal gusto, esto de estar en el corazón de enero, con ningún plan, más que seguir respirando, con el único objetivo de sobrevivir; el problema es que cada plan que aparece, me parece que pueden ser una lata y la dicotomía me hace una presa, y pienso que lo puedo pasar mal, así que es mejor quedarse inactivo, esperando que así como repentinamente desapareció, repentinamente algo vuelva a aparecer.
Hago la demanda acá, quien haya robado mi verano, se le pide que lo devuelva, no tengo mucho para recompensar, pero se agradecería de corazón, bueno eso a nadie le importa, pero da lo mismo, es lo que hay para ofrecer.
El tema del calor, tan vilipendiado hoy en día, es mejor dejarlo de lado por un rato, en una clara señal de displicencia hacia sus efectos (pero puta que es agobiante).
En definitiva, quiero decir que este para mi, está siendo un verano especial, luego de tener un sin fin de proyectos, cual mejor que el otro, se han derrumbado todos sin previo aviso algunos, otros de manera repentina , haciendo que de un día para otro, el que iba a ser uno de los mejores veranos, se transforme en un verano que no existe, un verano robado. Me gustaría saber quien fue ese ladrón, me parece de mal gusto, esto de estar en el corazón de enero, con ningún plan, más que seguir respirando, con el único objetivo de sobrevivir; el problema es que cada plan que aparece, me parece que pueden ser una lata y la dicotomía me hace una presa, y pienso que lo puedo pasar mal, así que es mejor quedarse inactivo, esperando que así como repentinamente desapareció, repentinamente algo vuelva a aparecer.
Hago la demanda acá, quien haya robado mi verano, se le pide que lo devuelva, no tengo mucho para recompensar, pero se agradecería de corazón, bueno eso a nadie le importa, pero da lo mismo, es lo que hay para ofrecer.