sábado, diciembre 02, 2006

Las dos caras


Hace muy poco, fui a la marcha blanca del teatro de mi universidad; para la ocasión, había una obra, que convocaba a tres reconocidos actores chilenos. Para la adhesión (como ellos le llaman) había que cancelar un costo, si es que no eras de los afortunados que tenías invitación.
Me ubiqué en un lugar estratégico, según yo, y según lo que se podía, desde ahí, podía ver sin mayor dificultad a estos actores que aparecen en televisión.
La trama de las obra, era evidentemente excluyente para un público “guachuchero”, ya que humor y cosas que incentivan a la gente, al menos no prometía; lo que prometía sin duda, era ir a ver a estos actores, y comparar las percepciones reales con las de la televisión. Impacientes, esperamos, hasta que se oscurece el teatro, sale un anunciador que da un par de instrucciones, y estamos listos. Aparecen en escena, y por las condiciones, nadie grita, por el actor, al que yo creo, fueron a ver la mayoría de las hembras presentes. Rápidamente, escucho los primeros comentarios, se ve más flaco que en la tele; se ve más alto que en la tele; ese era el papá de tal en tal teleserie; que bonito el peinado de ella, y todas esas frases comparativas de la realidad y la ficción. Yo también hacía mis comparaciones, era otro famoso más que agregaba a mi lista de “conocidos”.
La obra era larga, y quizá un poco tediosa, tanto que observé a varios con los ojos más cerrados que abiertos, entre ellos, el rector de la U. Yo , estaba o trataba de estar muy pendiente, la trama me costaba entenderla.
Entre los asistentes, había un senador de la República, el que se paseaba entre los asistentes, como todos; eso si, al final, salió por una puerta aparte.
Todo muy correcto ese día, un buen nivel, me sentí cómodo.

Hace más poco aun, fui a otro “asunto” que convocaba famosos, la inauguración de la teletón; el Rafa Araneda era el encargado de hacerlo, y era a él el que íbamos a ver, y por supuesto tratar de conocer la teletón. Cuando llegamos, nos encontramos que estaban las rejas cerradas, hacía mucho calor, y se veía casi nada hacia donde estaban transmitiendo, clara muestra de discriminación con la gente, entre ellos yo. Terminó la transmisión, y esperamos que saliera, se demoró, y ahí me di cuenta que eso no era lo mío, la gente que va a eso, es claramente de otro nivel, gente que grita cualquier cosa, sin mayor problema, gente que por lo general le faltan muchos dientes, y que no se acomplejan por mostrar sus múltiples royos (yo también tengo, pero trato de disimularlos). Finalmente, sale el Rafa, y se digna a levantar la mano, y pararse un par de minutos para que la gente lo vea, en medio de la gritadera, yo sólo lo veo, no grito ni nada, varios empujones me llegaron, la polvareda, me asfixia, eso no es lo mío. El Rafa se va, y la gente comenta lo mismo de la obra de teatro, es más flaco, es más chico, es más lindo, o ¿y eso era?.
Me voy, de ese lugar, no es mi ambiente, no fue un correcto día, bajo nivel, no me sentí cómodo.

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